Llega el frío y algunas plantas se roban todas las miradas con su floración, tal es el caso del Cyclamen o Violeta de los Alpes.

El color de sus flores ligeramente perfumadas puede variar, desde el blanco hasta el rosa, rojo, magenta o salmón, a los que se unen las versiones jaspeadas con diferentes combinaciones de tonos.

Sin embargo, no solo sus flores de numerosos colores y tamaños sorprenden, sino sus grandes hojas de color verde intenso con detalles plateados y forma de corazón que terminan de darle encanto.

Su época de floración es muy larga. Empieza a principios de otoño y se extiende hacia finales de primavera. 

Con temperaturas superiores a 25 grados, puede hacer desaparecer sus hojas, pero pueden volver a rebrotar cuando llega nuevamente el frío.

Hay que prestar especial atención al riego, ya que le gusta la humedad para mantener sus hojas y flores hidratadas, pero no se lleva bien con los excesos de agua ni los encharcamientos. Siempre que se riega hay que procurar no se mojar hojas ni flores.

Les encantan las temperaturas bajas, por lo tanto los ambientes muy cálidos con estufas o vapores ambientales son los enemigos de su desarrollo. Aunque si sigues prefiriendo colocarla en interior, busca las estancias mas frescas, sin corrientes de aire, ni cambios bruscos de temperatura, y alejadas de la calefacción, que mantengan las temperaturas alrededor de los 12º y 15º C, pero bien iluminadas.

También pueden ir situadas en ambientes exteriores, donde disfrutarán de las bajas temperaturas, aunque siempre deben estar protegidas de las heladas y del sol directo para que sus flores no se deterioren rápidamente.

Siempre es buena idea, hacerle aportes esporádicos de nutrientes al sustrato, con fertilizante líquido para estimular su crecimiento y floración en fase vegetativa.

Te dejamos algunas postales de la última importación de Cyclamen que ha llegado a nuestro Vivero para que las disfrutes.

¡Divinas para regalar el Día de la Madre!

¿Cuál color es tu favorito?